El desarrollo de programas piloto y el establecimiento de corredores aéreos en zonas controladas serán clave para normalizar la presencia de drones en las ciudades y visibilizar la seguridad de este tipo de aeronaves.
En las últimas décadas se ha producido un crecimiento exponencial de la población urbana que se espera continúe en los próximos años, lo que ha generado una creciente presión sobre nuestra infraestructura de movilidad, incrementando aún más ciertos aspectos problemáticos de las ciudades como los atascos y la contaminación. Para atajar esta realidad es fundamental poder contar con tecnologías que permitan la movilidad aérea tanto de mercancías como de personas, siendo uno de los principales retos la autonomía del vehículo, su integración en el espacio aéreo y aumentar el nivel de seguridad de este tipo de operaciones.
La agrupación iMOV3D, coordinada por el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (CATEC), e integrada por la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía “F. De Paula Rojas” (AICIA), la Fundación Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) y NAITEC (Fundación I+D Automoción y Mecatrónica), está impulsando el desarrollo de tecnologías y funcionalidades avanzadas relacionadas con la movilidad aérea autónoma con el objetivo de enfrentar los retos que plantea el cambio de paradigma en el transporte tal y como lo conocemos hoy.
Precisamente para poner en común los avances en el desarrollo de soluciones UAM (Urban Air Mobility), IMOV3D ha organizado una jornada en la que han participado empresas como Airbus, Boeing, Indra, Ferrovial, Vodafone, CT Ingenieros, Ehang, DHL y Correos; ayuntamientos como el de Sevilla y Pamplona, centros tecnológicos como el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y organismos que gestionan la aviación en España, como la Dirección General de Aviación Civil, AESA y ENAIRE.
Este foro sirvió para presentar las nuevas tecnologías, soluciones y productos existentes que ofrecen las empresas, el marco normativo del U-Space para la integración de los UAS en el espacio aéreo, e infraestructuras civiles que requerirá la movilidad aérea urbana, como los vertipuertos. También se han analizado los retos tecnológicos en los que se está trabajando para dotar a los drones de una mayor capacidad en cuanto a carga y autonomía, basada en inteligencia artificial, mejorar las comunicaciones en remoto, desarrollar sistemas de navegación más robustos y gestionar la eficiencia energética. En este sentido, el uso de las tecnologías 5G y el Edge Computing permitirá aumentar la autonomía de los drones y ofrecer servicios de alto valor añadido.
Una de las principales conclusiones de la jornada es que el desarrollo de programas piloto y el establecimiento de corredores aéreos en zonas controladas serán clave para normalizar la presencia de drones en las ciudades. Ya existen pruebas piloto de entrega de paquetería mediante drones en diversas partes del mundo, demostrando que complementan un servicio que puede ser más sostenible y eficiente y que mejora la conectividad y el acceso a zonas rurales o más aisladas.
La incorporación de los drones en los servicios públicos de las ciudades está siendo también una realidad, por ejemplo, como apoyo a los cuerpos de policía y bomberos, para labores de cartografía, vigilancia y control o gestión de inundaciones. Los ensayos de drones en entornos controlados permitirán ganar experiencia operativa, lo que dará paso a las operaciones en entornos reales. Demostrar la seguridad del vuelo de los UAS y su integración en el espacio aéreo urbano servirá para que la sociedad se acostumbre a la presencia de este tipo de aeronaves en las ciudades. Especialmente en España, uno de los países del mundo con mayor número de operadores de drones. El Plan Estratégico para el Desarrollo del Sector Civil de los drones en nuestro país vaticina que la flota de drones de uso profesional podría superar las 51400 aeronaves en 2035 y alcanzar las 53500 en 2050, lo que produciría un impacto económico de 1220 millones en 2035 y de 1520 en 2050.